El Lazarillo de Tormes Siguiente →

Tratado séptimo. Cómo Lázaro se asentó con un alguacil, y de lo que le acaeció con él

Despedido del capellán, asenté por hombre de justicia con un alguacil; mas muy poco viví con él, por parecerme oficio peligroso. Mayormente que una noche nos corrieron a mí y a mi amo a pedradas y a palos unos retraídos. Y a mi amo, que esperó, trataron mal; mas a mí no me alcanzaron. Con esto renegué del trato.

Una noche nos corrieron a mí y a mi amo a pedradas y a palos unos retraídos

Una noche nos corrieron a mí y a mi amo a pedradas y a palos unos retraídos

El Lazarillo de Tormes Siguiente →